"El lagarto soñador" es un libro de Marta Osorio y con ilustraciones de Violeta Monreal de la Editorial Everest.
Es un libro muy bonito y original. Os recomiendo que lo leáis.
Miguel
Heriberto era un lagarto que le gustaba soñar cuando estaba tumbado al sol por las mañanas. Siempre soñaba con un color distinto. Un día soñaba en rojo, otro día en azul, otro en amarillo,... así día tras día. Sus sueños estaban llenos de aventuras.
EL LAGARTO SOÑADOR
Heriberto era un lagarto que le gustaba soñar cuando estaba tumbado al sol por las mañanas. Siempre soñaba con un color distinto. Un día soñaba en rojo, otro día en azul, otro en amarillo,... así día tras día. Sus sueños estaban llenos de aventuras.
Aquel día su sueño era de color rojo. Soñó con una golondrina y un pez, que estaban en una fuente. El pez quiso saber cómo era el mundo de la golondrina y la golondrina quiso saber cómo era el del pez. Entonces el pez dio un salto y nadó por el aire. La golondrina se zambulló y voló por el agua.
Al siguiente día, tuvo un sueño azul. Había dos niños azules que volvieron el mundo al revés. Primero, pusieron su casa y luego su jardín al revés. Y en una nube fueron volando por el mundo volviéndolo todo al revés.
El tercer día, soñó con un sueño amarillo. En este, había un barco con un niño, y también habían sirenas y delfines imitando a los humanos que decían ¡Rayos y truenos! ¡Relámpagos y centellas! ¡Barlovento...! ¡Tierra a la vista! Así, las sirenas y los delfines llamaron al niño del barco, para que fuera a bailar con ellos. El grumetillo, saltó del barco, y pudo andar sobre el agua. Y hasta al amanecer estuvo bailando con ellos.
El cuarto sueño es el verde. Los balcones hablaban y decían lo que iba pasando en las calles. Eran unos balcones que estaban callados por el día y hablaban por la noche. Habían balcones muy graciosos como el de la casa nº 1 que era un dragón enorme, tenía el cuerpo cubierto de escamas y escupía fuego verde.
En el quinto sueño, todo era blanco. En él había un niño hecho con trocitos de hielo. Este niño jugaba con su amigo un lagarto transparente, con una pelota de nieve. También jugaron a un juego llamado "Sigue tú" que era mágico y podía transformar las cosas.
Al despertarse aquel día, vio a una lagarta llamada Heriberta. Ella le enseña a soñar usando todos los colores.
A partir de entonces, el lagarto Heriberto y su amiga Heriberta soñaban en la misma piedra con todos los colores. Y fueron muy felices, porque cuando se despertaban se contaban los sueños que habían tenido durante el día, y así sentían como si hubieran soñado el doble.
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