Blog de los niños: Un dragón en el tazón

viernes, 15 de febrero de 2013

Un dragón en el tazón

"Un dragón en el tazón" es un libro de María Isabel San Martín con ilustraciones de Roser Rius de la Editorial Bruño.

Es un libro muy imaginativo que me ha gustado mucho.





UN DRAGÓN EN EL TAZÓN

Luisa era una niña que le costaba mucho tomarse el desayuno. Aquel día se dio cuenta que las pasas de su desayuno habían desaparecido. Al mirar dentro del tazón que su madre había comprado en el barrio chino, vio a un dragón comiendo su desayuno. 

No podía creer lo que veía. ¡Era un dragón dentro de un tazón! De repente algo tiró de ella, cayendo dentro del tazón donde había un remolino. Ahora Luisa había encogido, era hasta más pequeña que el dragón. 

Se agarró con fuerza a una seda dental que parecía una cuerda gruesa y cayó en un bosque. Sintió curiosidad más que miedo porque no veía al monstruo. Pero enseguida lo descubrió, el monstruo estaba cortado las pasas para dárselas a sus tres crías. El dragón la miró y Luisa empezó a tener miedo.


El dragón le dijo que en China los dragones son buenos e inteligentes y traían buena suerte. Pero Luisa pensaba en los dragones; que son terribles y feroces; que tiran fuego por la boca. Así, el dragón le dijo que no le haría daño y Luisa empezó a jugar con los dragoncitos. Todos estaban atrapados en el tazón y el dragón le dijo que le ayudaría a salir de allí, pero tenía que ayudarle.

El dragón Wen había sido emperador de China, pero un día dejó solos a su mujer y a sus hijos en la guerra; y el Señor de los Cielos lo encantó y lo metió en el tazón. Y le dijo que cuando fuera un padre responsable lo sacaría de allí.

Luisa se puso al lado del lago donde el dragón le había dicho que estaba la salida. La niña se zambulló en el lago y de repente apareció en su casa. A cambio, Luisa guardaba todos los días comida para que el dragón alimentara a los dragoncitos, hasta que llegó un día que Luisa vio aparecer al emperador con su familia. ¡Lo habían conseguido! ¡Había terminado el encantamiento! El emperador Wen se fue muy feliz con su familia a China.

Luisa se quedó muy triste y su amigo le regaló un perrito para que le hiciera compañía. Ella le puso "Dragón"  para recordar a su amigo.

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